¿Cómo analizar un libro infantil? Comencemos!

¿Qué elementos hay que tener en cuenta a la hora de hacer un buen análisis de un libro?.

En primer lugar nos tenemos que fijar en el receptor del libro, hay que tener en cuenta en que momento están los niños, que sienten y como se sienten.

En segundo lugar tenemos que ver quién es el emisor, nuestro deber es fijarnos en las ilustraciones y sobre todo en el texto, en este caso el emisor de este libro infantil es el protagonista principal, el personaje con el que los niños se identificaran a la hora de leer el libro.  Por lo tanto, este es uno de los cometidos más importantes que tenemos a la hora de elegir un buen libro para los niños.

En tercer lugar, hay que ver cual es el tema del libro, de qué trata el libro. Todos nosotros atravesamos diferentes etapas y en cada una de ellas nos interesan unos temas u otros, por lo tanto hay que elegir el tema del libro acorde a los intereses y las circunstancias del niño en concreto.

En cuarto lugar, nos tenemos que fijar en qué tipo de estructura tiene el libro. Existen dos tipos de estructuras que son las siguientes:

-        -Estructura lineal básica de narración: planteamiento, nudo y desenlace.

-        -Estructura acumulativa: se acumulan hechos y personajes sobre la base lineal, en este caso no hay apenas cambios significativos en la narración.También puede ser que haya cuentos en los que no exista un desenlace.


La profesora comentó en clase que este tipo de cuentos suelen ser los más odiados por los niños, ya que no se les puede contar el final, también es cierto que es una manera de hacerles pensar y preguntarles sobre como creen ellos que es el final del cuento. Si los niños se quedan mal después de contarles un cuento de este tipo, siempre queda el poder de nuestra imaginación. 

En quinto lugar, tenemos que observar el espacio y el tiempo en el que se sitúa la obra literaria. Tenemos que fijarnos si es un espacio claramente reconocible para los niños o es un espacio indefinido. Un ejemplo de espacio definido puede ser un libro en la que la protagonista tenga un perrito en su casa. En este caso el espacio es completamente definido es una casa, por lo tanto, todos los niños podrán situarlo perfectamente, y lo contrario si es un espacio indefinido, no sabrán situarlo ni en el tiempo ni en el espacio.

En sexto lugar, tenemos que fijarnos en las ilustraciones, deben ser imágenes artísticas y no esteriotipadas para aportarle sensibilidad al niño. La secuencia de las imágenes debe permitir que el niño pueda seguir la historia solo fijándose en las imágenes.

En séptimo lugar, nos tenemos que fijar en los valores y contravalores que tiene el libro, es decir, los aspectos positivos y negativos de los que consta el libro literario.

En octavo lugar, tenemos que fijarnos en el lenguaje del libro, tiene que ser artístico o poético, y debe ajustarse al momento evolutivo del niño, ya que si no cumple esta característica será muy difícil que el niño lo entienda a la perfección. A la hora de hacer una valoración del lenguaje debemos ver las palabras que pueden ser “nuevas” para el vocabulario del niño, los libros que elijamos deben llevar como mucho 3 palabras que les sean difícil de entender, de este modo poco a poco los niños irán incrementando su vocabulario. Por último cabe decir que las estructuras morfosintácticas deben ser simples y sencillas para los libros que estén comprendidos dentro de la literatura infantil.

Para finalizar, debemos hacer una conclusión final de todos los aspectos y valorar si el libro debe de estar dentro de un aula o no.

Me parece que son unos buenos criterios a la hora de analizar un libro y sobre todo los tenemos que tener muy presentes para elegir nuestros futuros libros de aula!.